miércoles, 27 de noviembre de 2013

PREVENIR OBESIDAD



Obesidad es tener exceso de grasa en el cuerpo, es una enfermedad crónica que requiere tratamiento de por vida, originada por diferentes causas y que deriva a muchas complicaciones. Todos tenemos  grasa en el cuerpo, pero cuando hay un exceso de grasa, ese exceso puede afectar a su salud y a su capacidad para andar, moverse y desplazarse. También afecta al aspecto físico de la persona, que se ve más gorda y voluminosa que los demás.
El índice de masa corporal (IMC) es un indicador que relaciona el peso y la talla y se utiliza para conocer el sobrepeso y la obesidad en las personas. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros.

Si el IMC es igual o superior a 25 indica sobrepeso.

Si el IMC es igual o superior a 30 indica obesidad.

Datos y cifras de la OMS
Desde 1980, la obesidad se ha duplicado en todo el mundo.
En 2008, 1.500 millones de adultos (de 20 y más años) tenían sobrepeso. Dentro de este grupo, más de 200 millones de hombres y cerca de 300 millones de mujeres eran obesos.
El 65% de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal.
En 2010, alrededor de 43 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso.
La obesidad puede prevenirse


Las causas de la Obesidad
Desde hace tiempo el tratamiento para la obesidad se ha basado en dos pilares principales:

Las dietas hipocalóricas
La actividad física
Factores que rompen el equilibrio y causan obesidad son:

Genéticas
Metabólicas
Psicológicas
Socioculturales
Sedentarismo
Neuroendocrinas
Por determinados medicamentos
Por dietas muy calóricas
OBESIDAD POR FACTORES GENÉTICOS: si en la familia hay familiares directos que padecen o sufrieron obesidad, nosotros tendremos una mayor predisposición a padecerla. Entre las características de la obesidad genética, la más importante es la variación de algún gen que causa resistencia a la insulina e influye en el control del apetito. Para tratarla se debe consultar con un profesional de la salud para que determine los valores hormonales, como es el caso de la tiroides o un reconocimiento genético  más completo, para comprobar si hay  algún desorden en algún gen.


El profesional te ayudará con una medicación adecuada y determinada según el problema.

Deberás realizar una dieta hipocalórica, bajo control profesional y realizar una actividad  física adecuada a tu estado de sobrepeso.

En casos especiales, hay tratamientos facultativos como cirugía de bypass gástrico o la banda gástrica ajustable, que son efectivos en casos de obesidad mórbida.

OBESIDAD POR FACTORES METABÓLICOS: El metabolismo transforma la energía que hay en los alimentos que comemos en el combustible que necesitamos para movernos, pensar o crecer. Proteínas concretas del cuerpo controlan las reacciones químicas del metabolismo y todas esas están ordenadas con otros trabajos físicos. Estas reacciones hacen viable que nuestras células estén sanas y funcionen adecuadamente.

A lo largo de la vida de una mujer, los cambios fisiológicos más importantes se dan con la llegada de la menstruación al inicio de la edad sexual y la pérdida de esta, lo que comporta desarreglos hormonales y físicos que cambian tanto su cuerpo como el estado mental de la persona

Si bien, como ya se ha señalado antes, a nivel psicológico uno de los que más afectan es el aumento de peso, puesto que influye muy negativamente en la percepción que la mujer tiene de sí misma. Al haber un desajuste hormonal, también se descontrola la regulación y distribución de la grasa corporal, y el cuerpo asimila más lentamente los lípidos y lipoproteínas, por lo que se queman menos y se acumulan en mayor medida. Por tanto, una de las alternativas para evitar este aumento de peso seria realizar un tratamiento de reemplazo hormonal, es decir, suministrar las hormonas de estrógenos que el cuerpo ya no produce para que se restablezca el equilibrio orgánico. Sin embargo, no todas las mujeres pueden recibir este tratamiento,  ya que las que tienen tendencia a desarrollar cáncer de mama o de endometrio aumentan sus posibilidades de padecerlo.

OBESIDAD POR FACTORES PSICOLÓGICOS: se ha investigado la existencia de una personalidad que incline, favorezca o determine esta enfermedad. Existen obesos con y sin psicopatía, pero, si bien  no hay un trastorno propio del obeso, estos sufren diversos trastornos psicológicos respecto de personas no obesas.

Los profesionales, como nutricionistas, psiquiatras y psicólogos, intervienen cada vez más en este campo, debido a que la obesidad conlleva una problemática con importantes costos, tanto a nivel individual como social.


La imagen negativa del cuerpo, es un problema para muchas mujeres jóvenes obesas. Esto lleva a una inseguridad extrema y al malestar en determinados entornos sociales.

OBESIDAD POR FACTORES SOCIOCULTURALES: obesidad, tabaquismo y alcoholismo son las tres enfermedades reversibles más importantes. La obesidad es el trastorno nutricional más común  y que provoca más complicaciones que todas las deficiencias de vitaminas y minerales juntas, además de ser el origen de otras enfermedades. El desarrollo tecnológico, en su interés por satisfacer la demanda alimentaria, tanto en calidad como en facilidades de transporte y rapidez de preparación, crea acumulaciones de nutrientes de forma desproporcionada al metabolismo humano y esto genera grasas.

OBESIDAD POR FACTORES SEDENTARIOS: Mirando 25 o 30  años atrás, muchas de las actividades  se realizaban con esfuerzo físico: para ir a comprar, al trabajo o al colegio, íbamos caminando. Las labores domésticas se realizaban a mano. La vida actual ha traído muchas ventajas con máquinas que nos facilitan el trabajo y el transporte,  que permiten movernos fácilmente, e incluso eliminar la necesidad de movernos. También se han divulgado formas de ocio como la televisión, el ordenador o el chat, que no requieren de esfuerzo físico y favorecen el sedentarismo.

OBESIDAD POR FACTORES NEUROENDOCRINOS: implica disfunciones en casi todos los órganos endocrinos y en el sistema nervioso central, principalmente en la actividad hipotalámica. Estas alteraciones afectan principalmente a los ejes neuroendocrinos hipotálamo, hipofiso-adrenal, adipo-insular y al control hipotalámico, tanto del consumo de alimentos como del almacenamiento y gasto energético.

OBESIDAD POR MEDICAMENTOS: Cada paciente debe ser analizado en forma intensa antes de iniciar su tratamiento, lo que significa conocer en detalle su historia clínica, antecedentes mórbidos e historia alimentaria, además de un estudio de laboratorio que contenga parámetros bioquímicos, hematológicos, hormonales, cardiológicos, metabólicos y psicológicos. El uso de drogas en forma aislada no está justificado. Es imprescindible que los fármacos deban ser recetados por profesionales de la salud y especialistas. Se debe hacer saber a las personas que el tratamiento “mágico” para la obesidad no existe y se debe hablar de tres categorías de medicamentos:

Los que realmente son efectivos para el tratamiento de la obesidad, con suficientes estudios científicos que avalan su uso.
Los que no sirven, por no haberse demostrado hasta ahora un efecto beneficioso.
Los que son nocivos para el ser humano y cuyo uso está proscrito por sus efectos colaterales.
OBESIDAD POR DIETAS MUY CALÓRICAS: Para mantener durante mucho tiempo un dieta hipocalórica, ésta debe ser variada, equilibrada, agradable y adaptarse a las condiciones individuales. La dieta hipocalórica debe estar adaptada a las necesidades calóricas de cada individuo, a su actividad física y estructurarse en forma equilibrada y variada de acuerdo a los hábitos y preferencias culinarias individuales.

El exceso de grasa que se acumula en la pared torácica puede hacer presión en los pulmones, provocando dificultad para respirar y ahogo, esto también puede perjudicar el sueño, provocando apnea del sueño.

La obesidad puede causar algunos problemas ortopédicos, así como dolor en la zona baja de la espalda y agravación de la artrosis, especialmente en las caderas, rodillas y tobillos.

También son frecuentes los trastornos cutáneos. Las personas obesas tienen una superficie corporal escasa en relación a su peso, que les dificulta eliminar el calor del cuerpo adecuadamente,  lo que les hace sudar más que las personas delgadas. Es frecuente la inflamación de los pies y los tobillos, debida a la acumulación de líquido.

Algunos mitos acerca de la Obesidad
El agua no tiene calorías, por lo que no engorda ni antes ni después de la comida.

Cien gramos de pan blanco contienen unas 250 kcal. Al pan se le atribuyen bastantes calorías, pero es lo que lo acompaña (salsas, mantequilla, patés, quesos, embutidos…) lo que suma calorías. La creencia de que el pan tostado engorda menos que la miga  es errónea, si bien el pan tostado provoca una sensación de mayor saciedad.

Para reducir calorías se puede cambiar el pan blanco por el integral; además, este lleva más fibra, minerales y vitaminas del grupo B.

Las vitaminas no tienen calorías, por lo que no engordan. Son nutrientes esenciales para el cuerpo, pero no aumentan el apetito, cosa que se les ha atribuido.

La patata contiene entre un 75 y un 80 por ciento de agua y el resto de su composición son hidratos de carbono, principalmente almidón,  NO es un alimento hipocalórico, ya que sólo aporta 85 kcal por cada 100 g. Consumidas cocidas o hervidas tienen menos calorías que un filete de ternera, o un vaso de leche. Lo que sí engorda es el aceite, la mantequilla o las salsas que las acompañan.

Las frutas como el plátano, los higos, las cerezas y las uvas, no engordan,  aportan más calorías por cada 100 gramos que otras como la manzana, la naranja, etc., por lo que tomando menos cantidad, el aporte de calorías es similar al de una manzana o naranja medianas.

El aceite aporta las mismas calorías frito que crudo. Da igual tomarse unas verduras rehogadas en aceite que aliñadas en frío con la misma cantidad de esta grasa.

Alimentos “bajos en calorías” como la mayonesa, margarina, chocolate o embutidos contienen “menos” calorías y se  consigue aumentando la cantidad de agua o de carne magra. A pesar de ello siguen teniendo calorías.

Sudar  elimina agua, pero no grasa, que es lo que hace perder kilos. El agua, se recupera rápidamente  bebiendo líquidos.

Los hidratos de carbono y las proteínas se pueden combinar en la misma comida sin problema. Casi todos los alimentos  son una mezcla de hidratos de carbono, proteínas y grasas, por lo que no es lógico separar unos alimentos de otros cuando su propia composición es una mezcla.

Hay que hacer las tres comidas. La clave para adelgazar no es pasar hambre porque puede inducir a que después se acabe comiendo más.

El consumo de sal provoca retención de líquidos, pero ésta por sí sola no engorda. En exceso, aumenta la tensión arterial.

El principal aporte calórico de algunos productos con azúcar proviene de las grasas de estos alimentos. Puede sustituirse por  sacarina, o miel, ya que aportan 300 calorías por 100 gr.

La prevención de la obesidad es fundamental desde la infancia y la posibilidad de que ésta persista en la adolescencia aumenta aproximadamente de un 20% a los cuatro años de edad, a un 80% en la adolescencia.

Consejos para combatir la Obesidad
Algunas recomendaciones para la prevención del sobrepeso incluyen:

Mejorar los hábitos alimenticios y aumentar la actividad física son fundamentales.
Comer diariamente más de una ración de frutas y verduras. Una ración de verduras equivale a una taza de éstas crudas o media taza cocidas o de su jugo. Una ración de fruta equivale a una fruta fresca de tamaño pequeño o mediano, media taza de frutas frescas o de jugo de fruta.
Conviene elegir alimentos con granos enteros como el arroz y el pan integral. Evitar los alimentos elaborados con azúcar refinado, harina y grasas saturadas y alimentos precocinados.
Evitar las piezas muy grandes al llenar los platos.
No ingerir más calorías de las que se consumen para evitar el aumento de peso.
Conviene controlar el tamaño de las raciones.
Hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada; mejor si se hace cada día. Otras opciones pueden ser caminar a buen ritmo el mismo tiempo  o subir y bajar las escaleras.


Espero que te ayude este  articulo, hasta pronto gracias..

Joanna Reyes..