miércoles, 27 de noviembre de 2013

VIVE MEJOR COMIENDO BIEN


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Para un buen funcionamiento del cuerpo, es vital la calidad y el tipo de alimentos que ingerimos en la dieta. Los Naturópatas utilizamos la dieta tanto para gente sana como para enfermos.
Desde las tribus primitivas hasta nuestra cultura actual, se practica este tipo de alimentación con los productos que nos da la tierra, muchas veces siguiendo las directrices de algunas religiones y los consejos de muchos médicos.

Hipócrates ya dijo en su tiempo “Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”.

Comer bien para vivir mejor

Los avances, sobre todo de países desarrollados, han traído una serie de alternativas alimenticias que han aportado más comodidad a la vida diaria de las personas en general, y están hechas a base de alimentos rápidos de preparar, con buen sabor, pero que no son una alimentación nutritiva.

Esto nos ha provocado unas secuelas de sobrepeso y obesidad, así como enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, colesterol.

Existen soluciones a nuestro alcance y en beneficio de nuestra salud. Es posible orientar nuestros hábitos alimenticios con la ingesta total o parcial de alimentos procedentes del reino vegetal (naturales, orgánicos y sanos), evitar los productos procesados y refinados (azúcar blanco, harinas refinadas, aditivos, conservantes y colorantes), y también descartar las grasas animales.


Lo que hay que saber para Comer Bien
Una alimentación sana es aquella que cumple con los siguientes requisitos:

Equilibrada (en calorías, macro y micro nutrientes).

Suficiente (en calorías, macro y micronutrientes).

Higiénica.

Adecuada (según peso, estatura, sexo, edad y actividad diaria).

Variada (en sabores, preparaciones, atractiva a la vista y al paladar).

Hay una ley de la naturaleza que dice que el reino mineral sustenta al reino vegetal y este al animal, cuando se infringe dicha ley el cuerpo empieza un proceso de intoxicación que termina en enfermedad.

Esta alimentación es un medio seguro de prevención de enfermedades, ya que es más alcalina y tiene menos materias ácidas, mientras que el consumo de carne y alimentos preparados crean un exceso de ácidos en el estómago, originando fermentaciones en su interior con las consiguientes malas digestiones.

Los alimentos cocidos lo serán al horno o al vapor para usar al máximo los potenciales de cada alimento.

La temperatura del alimento debe ser normal porque tanto lo frío como lo caliente congestionan las mucosas estomacales.

La dieta vegetal, además de mantenernos sanos y bien alimentados, es una buena fuente de vitaminas, minerales y fibras naturales, siendo ideal para depurar y ayudar a desintoxicar el organismo.

Generalmente son alimentos de rápida y fácil digestión (en mayor medida las frutas), por lo que el cuerpo no gasta energía en el proceso digestivo y puede destinar la mayor parte de esa energía disponible al proceso de curación.

Conviene ser sobrio en la alimentación, cuidando de no llenar el estómago en exceso y comiendo solo con hambre. Es importante una buena masticación, ya que si no es así los alimentos no se insalivan correctamente y puede ser causa de trastornos digestivos. Igual importancia tiene la evacuación diaria de los residuos de la digestión.


Importante es la correcta combinación de los alimentos. Una combinación errónea puede generar subproductos tóxicos, incluso con las frutas.

Alimentos para Vivir Mejor
Conviene tomar:

Hojas verdes: Coles, alcachofas, coliflor, acelgas, espinacas, apio, lechuga…

Raíces: patatas, zanahorias, rábanos, nabos…

Bulbos: cebollas, puerros, ajos, espárragos…

Cereales: trigo, maíz, avena, centeno, su uso debe ser moderado y se recomienda consumir con verduras.

Frutas: se agrupan en tres grupos:

Cítricas y agridulces: limón, naranja, kiwi, ciruela, cereza, muy útiles en procesos depurativos de ácido úrico, colesterol.
Dulces: uva, pera, plátano, melón, sandia, reponen energía y agua de gran calidad para la hidratación.
Neutras: manzana, aguacate, coco, la primera de gran valor nutricional y medicinal.
Pescado: se consume preferentemente en estado fresco.

Legumbres: lentejas, garbanzos, judías blancas, habas, etc. Son de difícil digestión; es aconsejable consumirlos en estado verde.

Queso: en poca cantidad y preferiblemente fresco.

Huevos: solo se consumen cocidos.

Harinas finas, masas y pastas: son algo indigestas, por eso se combinan con hojas verdes y hortalizas.

Pan: de granos integrales completos y sin proceso de refinación, se descarta el pan blanco de harina refinada, es de difícil digestión y de bajo nivel nutritivo.

Azúcar: no debe ser refinado blanco porque produce acidosis en la sangre. Se sustituye por otros azucares naturales o miel, que es fuente de calor y energía muscular.

Sal: se evita por ser irritante. Se puede sustituir por otras especies o hierbas aromáticas.

Chocolate y café: no se consumen ya que estimulan, pero no nutren.

Grasas animales: se evitan por completo. A cambio de las grasas de algunos frutos secos, semillas y aceite de oliva.

Leche: solo durante el amamantamiento y en un periodo de la infancia. De adulto, debido a las fermentaciones intestinales causadas por el calor, produce el acido láctico cuya acumulación en el cuerpo produce múltiples alteraciones y molestias.

Carne: el sistema digestivo humano no secreta los ácidos necesarios para digerir los nutrientes de la carne debido a la forma del estómago de los humanos, que es alargado. Esto hace que el proceso de descomposición sea lento para el tiempo que pasa en él, en contraposición a los carnívoros, cuyo proceso es rápido. Tampoco la dentadura del hombre está preparada como la de los carnívoros.

Come bien y vivirás mejor.

Se trata de construir una forma de vivir la vida en relación a una determinada forma de pensar. Me gustaría conocer vuestras inquietudes y sugerencias a través de mi blog o correo para realizar posteriores estudios sobre el tema.


Espero te sirva este articulo..
Joanna Reyes..